El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha perdido rápidamente el apoyo de los votantes más jóvenes.
Una clara mayoría del electorado estadounidense, el 61 por ciento, no está de acuerdo con la manera en que Biden está manejando el conflicto en Gaza. Entre los jóvenes, la oposición es mucho mayor: según una encuesta reciente del New York Times, el 72 por ciento de los votantes norteamericanos entre 18 y 29 años de edad desaprueba la postura del presidente ante la ofensiva israelí, que ya ha causado la muerte de más de 23.000 palestinos. Más de dos tercios de los muertos por los despiadados bombardeos de Israel han sido mujeres y niños.
Muchos jóvenes norteamericanos suelen ser progresistas. A diferencia de un gran número de personas de más edad, no están contaminados con la retórica de la Guerra Fría, ya que nacieron después de la desaparición de la Unión Soviética en 1991.
También están más inclinados a luchar por objetivos de justicia social. Cuando eran niños, vieron el impacto de la crisis económica de principios de este siglo en su vida familiar; sufren la creciente desigualdad en un país donde el 1 por ciento más acaudalado de la población tiene más riqueza que toda la clase media, y denuncian y combaten la discriminación y el atropello contra minorías étnicas y raciales. Les resulta fácil identificarse con la causa del establecimiento de un Estado donde los palestinos puedan vivir libres de la opresión, la marginación y el control militar israelí.
Los jóvenes norteamericanos han visto en los medios los bombardeos diarios que han llevado la muerte y la destrucción a Gaza, en una respuesta brutal y desproporcionada al ataque terrorista de Hamas en suelo israelí el pasado 7 de octubre. Han leído que más de dos millones de habitantes de la densamente poblada franja han sido desplazados de sus hogares, destruidos por las bombas de Israel. Saben que en Gaza hay una crisis alimentaria catastrófica debido a que el territorio no recibe la cantidad suficiente de alimentos desde que comenzó la invasión israelí, según un informe reciente de la ONU. Y Biden los ha decepcionado por su respaldo incondicional a la ofensiva ordenada por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La oposición de los jóvenes a la política de Biden con respecto a Gaza puede quitar a los demócratas una importante base de apoyo. Los votantes más jóvenes fueron decisivos en la victoria de Biden frente a Donald Trump en las elecciones de 2020. Y también evitaron la “ola roja”, el pronosticado triunfo arrollador de los republicanos en las elecciones al Congreso de 2022, que al final no se produjo. La pérdida del apoyo de los jóvenes alarma a los asesores de la campaña de reelección de Biden.
Cierto: aún faltan muchos meses para los comicios, y las circunstancias podrían cambiar. Si la batalla electoral, como todo parece indicar, se libra entre Biden y Trump, de cualquier forma, los jóvenes progresistas no votarían por Trump. Habrá que ver cuántos se resignarán a marcar la casilla de Biden, considerándolo “el menos malo”, y cuántos dejarán la boleta en blanco.
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