
Setenta veces siete
Un buen cristiano sabe perdonar. Un verdadero seguidor de Jesús se distingue porque ante cada ofensa abre su corazón al perdón. El perdón ha sido
Un buen cristiano sabe perdonar. Un verdadero seguidor de Jesús se distingue porque ante cada ofensa abre su corazón al perdón. El perdón ha sido
El hombre fuma con ansiedad, con el ceño muy fruncido, agobiado por el sol incisivo que hace más fastidiosa la fila. Tras aplastar la colilla
Un buen cristiano sabe perdonar. Un verdadero seguidor de Jesús se distingue porque ante cada ofensa abre su corazón al perdón. El perdón ha sido
El hombre fuma con ansiedad, con el ceño muy fruncido, agobiado por el sol incisivo que hace más fastidiosa la fila. Tras aplastar la colilla