La maravilla según Natalie Merchant

En 1995, Natalie Merchant decidió salirse del molde que había cultivado como vocalista de 10,000 Maniacs. Con su debut solista Tigerlily, mostró una voz más personal, más directa y menos filtrada por la estética folk-pop de su antigua banda. Entre las joyas de ese álbum, hay una que brilla con luz propia: Wonder. Una canción que, a simple vista, parece un himno pop radiante, pero que esconde una historia de dolor, resistencia y ternura.

Wonder nace de un gesto muy íntimo: Merchant la escribió inspirada en dos niñas gemelas que nacieron con una rara enfermedad genética. No las convirtió en objeto de lástima, sino en sujeto de admiración. En lugar de hablar de sufrimiento, eligió el lenguaje de la fuerza, de la celebración. El título no es irónico ni condescendiente: es una declaración de asombro y respeto. “They say I must be one of the wonders / God’s own creation”, canta con una mezcla de orgullo y gratitud, como si le hablara directamente a esas niñas —y, por extensión, a cualquiera que haya sido considerado “diferente”.

La letra evita el sentimentalismo barato. No hay moraleja ni melodrama. Lo que hay es afirmación. Merchant pone en el centro una voz que se reivindica a sí misma: “I must be one of the wonders / With God’s own creation / And as far as they see, they can offer / No explanation.” Es una respuesta poética —pero firme— a todos los diagnósticos médicos, a las miradas curiosas, al sistema que intenta explicar (y muchas veces reducir) lo que no entiende.

Musicalmente, Wonder es una canción luminosa, construida sobre una base de guitarras acústicas cálidas, percusión juguetona y una línea de bajo que le da movimiento sin robarle protagonismo a la voz. Merchant canta con claridad y cercanía, sin adornos innecesarios. Su fraseo es deliberado, casi narrativo. Se nota que cada palabra fue escogida con cuidado, con cariño.

En el contexto de Tigerlily, un disco que transita entre la melancolía (Carnival), el duelo (My Beloved Wife) y el comentario social (River), Wonder funciona como un respiro. No por superficial, sino por luminosa. Es una canción que no niega el dolor, pero lo trasciende. No es optimismo fácil, sino esperanza construida desde la experiencia.

Suburbano Ediciones Contacto

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
WhatsApp
Reddit