Si bien Irivine Welsh marcó un hito en la cultura pop con su novela Trainspotting, con Crime ha hecho lo mismo en el panorama de la literatura de Miami.
La barra del Mac’s Club Deuce solo acepta billetes a cambio de cervezas, ron, vodka y whisky. A su atmósfera decadente la rasguñan pinceladas de neón rojas, violetas y verdes, mientras de fondo, junto a una mesa de billar de paño pálido, suenan canciones de The Smiths, David Bowie, The Cure o The Clash. Es el bar más antiguo de Miami, bar de barrio, poco pretencioso, no apto para socialités de Instagram, incrustado en el corazón de South Beach desde 1926, y que, hasta hace poco, Mac Klein, el dueño con 101 años, era quien llenaba las copas a la hora del Happy Hour entre las ocho de la mañana y cinco de la tarde. En el Deuce se grabaron escenas de Miami Vice y ha servido de antro para Iggy Pop, Anthony Bourdain quien lo consideraba uno de sus lugares preferidos en el mundo, e Irvine Welsh, autor de la novela más pop de las últimas décadas: Trainspotting,
Acostumbrado a dividir su residencia entre el cielo color pizarra de su natal Escocia y los vientos de Chicago, hace unos años Welsh se dejó seducir por las palmeras de Miami Beach y fijó aquí también uno de sus cuarteles. El Miami de Irvine Welsh no es un Miami de roof tops donde se empinan copas de Cosmopolitan, si no uno más de carne y hueso, al que se le notan las costuras, donde al doblar cualquier esquina de Meridian, Lennox, Drexel del Deep South Beach, lo puede aguardar una prostituta cocainómana o un travesti alcoholizado, puñal en mano, pidiendo billetes para rentar un motel donde pasar la noche. Y eso es, precisamente, lo que motiva a Irvine Welsh a crear ficciones como lo hizo en su novelas Crime y The Sex Lives of Siamese Twins, historia que, bajo una estampa pop, ridiculiza el culto a los gimnasios, las dietas y los cuerpos depilados que gobiernan South Beach; y en el cuento «I Am Miami», parte del conjunto de cuentos Reheated Cabbage. Lo interesante en la mirada de Welsh es que no es la del latinoamericano ni la del anglo, y por eso el suyo quizá sea el criterio más objetivo para exponer y narrar las miserias de Miami.
Irvine Welsh en Crime (2008) nos presenta a Ray Lennox, policía escocés adicto a la cocaína que acaba de cerrar un caso de pedofilia que lo ha afectado mentalmente, y su jefe le da unos días off para que tome distancia. Es así como llega a Miami Beach con su novia Trudi. Pero después de una primera velada de reencuentro con amigos, Lennox se rinde ante la ansiedad que le produce la noche y deja su habitación de hotel en Collins Avenue sin Trudi. Su destino es el Deuce, la falsa promesa del neón lo engancha a Starry y Robyn, dos mujeres con quienes después de unas líneas de coca sube a un autobús rumbo a la casa de Robyn en Little Havana, donde la fiesta continúa entre esnifadas, música y encuentros sexuales hasta que irrumpen unos extraños amigos de Robyn, y Lennox encuentra a uno de ellos abusando sexualmente Tianna, hija de Robyn, una niña de diez años. Esto marcará el fin de las vacaciones de Lennox, que luego de una pelea con los sujetos y de que Robyn huyera, se hace cargo de proteger a Tianna entrando en un espiral por todo Miami y Fort Lauderdale, pues su olfato de policía descubrirá que los amigos de Robyn son parte de una red de pedófilos.
Sobre Miami pesa una tradición literaria Noir que pusieron sobre el tablero los autores anglos hace más de seis décadas, pero Miami, crisol de inmigrantes, muta de piel cada tanto y sería imposible verla solo desde esa óptica. En la Miami actual las agujas literarias se han desviado de su punto de partida, y si bien muchas obras coquetean con el Noir, por lo general están más encaminadas hacia el realismo sucio, se caracterizan por mostrar el lado menos complaciente de Miami, y eso es lo que hace Irvine Welsh en Crime, que valiéndose de las reglas del policial rompe con las convenciones y revela una ciudad marginal y nos deja la que probablemente sea la gran novela del Miami contemporáneo, o si no, con certeza, lo que a futuro será un clásico de la literatura miamense de esta época.
En el 2021 Crime se llevó a la pantalla en un formato de serie de seis capítulos. El guion fue escrito por Irvine Welsh y Dean Cavanagh, y aunque tuvo muy buena recepción de parte de la crítica, la historia se basa en el caso de pedofilia que llevó Ray Lennox antes de abordar el vuelo a Miami.