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Los tambores del Perú profundo

Lima es una ciudad de contrastes y alquimias. Su cultura, si es que se puede hablar de una sola cultura o identidad, ha sido forjada a través del encuentro de múltiples saberes que incluyen lo andino, lo africano, lo amazónico y lo occidental, entre otras vertientes. Este encuentro de saberes se mantiene aún en flujo. En Lima, lo “tradicional” implica cambio y experimentación. Prueba de esta riqueza cultural se halla especialmente en los llamados conos, es decir las grandes ciudades anexas que empezaron a surgir alrededor de Lima metropolitana durante la segunda mitad del siglo XX.

El adjetivo “metropolitana” se refiere a la supuesta primacía de lo occidental y urbano en la capital del Perú. “Lima metropolitana” es la ciudad virreinal y europeizada, la metrópoli, el centro de poder político y económico del país, símbolo de una jerarquía de castas heredada. En esta Lima metropolitana un reducido enclave de ciudadanos busca aun aferrarse a los vestigios sociales que primaron durante la colonia, defendiendo la permanencia de lo “criollo” o “autentico” como baluarte de una cultura que realmente nunca existió, un fantasma que solo proveía la ilusión de poseer un estatus social a aquellos que asumían su defensa. Estos mismos enclaves occidentalizados gustan de alabar la calidad “metropolitana” de Lima en desmedro de las costumbres “provincianas” practicadas por los migrantes. De esta manera, Lima metropolitana tiende a menospreciar las ricas culturas y saberes desarrollados por aquellos que migraron de áreas rurales y pobres del país, tildándolas usualmente de retrógradas.

Es sin embargo en estos conos provincianos, actualmente habitados por una pujante población de millones de migrantes de segunda generación, donde la verdadera innovación cultural y artística está en su apogeo.

Este es el primer artículo que abre una serie dedicada a las fascinantes formaciones culturales que se dan en el distrito de Villa El Salvador (VES), localizado precisamente en el cono sur de Lima. Tanto la historia como los valores sociales y actividades políticas que se han registrado en VES desde su fundación en la década de 1970 sugieren que esta ciudad y sus pobladores ejemplifican los procesos de innovación culturales y sociales de vanguardia en el Perú. Estos procesos, además, se presentan como punto de partida hacia un progreso nacional fehaciente, es decir, la población de VES propone un avance cultural que sin embargo no se alinea necesariamente con las nociones de progreso impuestas por occidente, sino que reflejan los saberes locales en diálogo con nuestro mundo globalizado.

Mi punto de análisis se centra en las organizaciones cultures dirigidas por los jóvenes de VES, las cuales han surgido en los últimos años. Estas organizaciones han desarrollado un arte comunitario ecléctico que no solo busca el perfeccionamiento técnico, sino que emplean distintas disciplinas artísticas, y en especial la música, el teatro y las artes circenses, como vía para expresar una conciencia cívica y una finalidad social claramente perfiladas. Varias de estas organizaciones han adoptado el idioma de la batucada brasilera y el teatro social como punto de partida hacia la elaboración de sus proyectos artísticos y culturales. Sus actividades involucran ensayos públicos en los grupos residenciales, en parques, calles, rotondas y en cualquier otro espacio urbano que les permita a los jóvenes del distrito practicar los ritmos de tambores. Las organizaciones también llevan a cabo pasacalles y eventos para la recaudación de fondos en beneficio de personas o instituciones necesitadas, además de realizar espectáculos profesionales para entidades privadas.

A través de mi investigación, he tenido la oportunidad de conocer y conversar con los líderes de algunas de las organizaciones de batucada más destacadas de VES: La Retumba, Intinya-BatuSon Batuke, Kataplum Suena,Kilombo y Rumba Urbana. Cada una de estas organizaciones agrupa jóvenes del área, muchos de ellos en edad escolar, los cuales invierten su tiempo libre en aprender los ritmos afrobrasileños y diversas disciplinas artísticas. Además, cada organización busca desarrollar su propio concepto e identidad artística. Algunas de ellas han empezado a experimentar con la fusión de ritmos afroperuanos o a incorporar un sello distintivo en la forma de interpretar los tambores o de expresarse por medio del movimiento corporal.

En esta serie de artículos comentaré la fascinante evolución de este arte comunitario, único en el Perú, buscando no solo publicitar en las redes sociales el trabajo creativo de estos jóvenes que usualmente no reciben el apoyo necesario por parte de las autoridades gubernamentales, sino además mostraré cómo la fusión de la batucada, el teatro social, y las artes circenses han servido como herramientas para mantener vivas tanto las políticas de solidaridad y reciprocidad como las raíces andinas y democráticas que fortifican la vida social en Villa El Salvador.

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