De pie
sobre el manantial de sal
que pasa
y pasa,
bajo este cielo sin conciencia:
¿Cómo sostener la variedad
del movimiento? ¿Cómo recorrer
el ciclo del tentáculo?
Este tiempo no está en ningún lado,
no es sino
en mi porción del palpitar,
en las lenguas del fuego
lamiendo las gargantas del segundo,
en la fruta caída del árbol
abierta al picoteo
(tic tac continuo). Lo que sigue
es otra sucesión de brevedades
amenazando el sitio de una imagen
Nada puede fiarse a la memoria:
nos realiza recortados en instantes
nunca como el fruto cayendo
que somos.