DE ESTA MANERA DE AMAR
Amar la arcilla del barro
la alegría de sus manos tristes
la mirada del que cercano a mí
punza el arco.
Amar la ceja donde hace el guiño
ir deshojando la rosa
además el jardín.
Amar la voz sonora del cuerpo,
en los atardeceres salir bajo la lluvia
poner a prueba la tendencia de la sal amarga.
Amar de la flor la espina
del pétalo el perfume
la penumbra cuando en la sombra estás.
Amar cuando la estación cincele
los cerrojos del abismo.
Amar sino la noche los días que se elevan
que como hojas se aman
que como el mar simplemente regresan.
Amar la ciudad cuando la luz se agote.
Tanto será el brillo que mis ojos se inundarán
de lágrimas.
Amar cuando estalle la guerra.
Sentir la necesidad inmediata de los que asumen
el discurso pasivo de la espera.
Amar más allá de los brazos que ignoran
que el triunfo no es más importante
que el amor.
Amar las horas que dan abrigo.
Regar la paz como quien riega
el verano a su debido tiempo.
Amar la sed eterna, el dolor infinito.
El día que ya cumplido en el cuerpo
asume su responsabilidad y se adhiere
al mármol como hiedra.
Amar la resina marcada
del último amor perdido.
Convertir el verso peligroso
en el verso decisivo.
Amar a los que apurados andan
a los que por no andar se instalan
en el viaje perdido.
Amar a los que no se van a los que se fueron
A los que dicen que se van
A los que se van felices.
Amar la chispa diminuta donde he leído:
Desentierra de raíz el odio,
ya el peso mañana se habrá desvanecido.
Lecturas : 2