Carlos Salem Sola
Masqueriendo
Este otoño ya es un invierno de ganas.
En la calle
la gente
se abriga con intemperies de marca
falsificadas.
Y nosotros
dentro
hacemos primaveras como panes
un collage de pieles
en el que nungún elemento se despega;
hacemos masqueamor:
nos follamamos.
Y los árboles de metal
se quejan por el ruido
protestan los pájaros de madera
(que nunca volarán tan alto)
maúllan ofendidos
los gatos de plástico
y las agraviadas paredes
dicen que las arañas
o les pegas amorosos cabezazos.
Por suerte no tenemos ropa
para vestirnos y ser otros.
Ni tenemos tiempo
para salir a disculparnos.
El tiempo se ha suicidado
saltando por mis balcones,
mientras nosotros seguimos dentro,
tan ajenos
y tan mutuos,
egoístas-solidarios,
masqueriendo,
follamando.
Follarte el amor
Colchón en el suelo
ojos en las nubes
aromas de canela
perfume de huracán
Los balcones no necesitan ser discretos.
Aplausos que mereces.
Arena entre los dedos.
Ése llover a cántaros.
Nacer donde me muero.
Un tobogán para que jueguen los miedos
Caravana de grillos.
La sangre y su gobierno.
Trenza de miembros
Caníbales ingenuos.
La masacre de resucitarte entre los dedos.
Amnesias temporales.
Aprendernos de nuevo.
La razón de mis venas.
El desorden de tu pelo.
El tiempo, el cuello de un cisne negro.
Voy a seguir follándote el amor.
Porque sospecho
que los que presumen de hacerlo
en realidad
lo compran hecho.
Aquí
Aquí
llueva o no llueva,
es donde empieza el arco iris,
porque vienes.
Aqui
la claridad se enciende
cuando nuestras penumbras chocan,
luminosas.
Aquí
la noche se bautiza de sudores benditos
y el pecado nos vuelve
casi santos.
Aquí
hacemos con el tiempo rebanadas
y del deseo mermelada
y nos untamos.
Aquí
se cumplen todas las promesas
porque todas
pretenden lo imposible.
Aquí
somos instrumentos
hambrientos de melodías
y yo estoy pleno de dedos
y estás cubierta de teclas.
Aquí
la eternidad debe ser eso
que es mucho más
que todo el tiempo,
y se esconde en tu cuerpo,
eso que ando buscando
dentro
todo el tiempo.
Instrucciones para el uso del tiempo
Desnudar el tiempo.
Acariciar el tiempo.
Besarnos todo el tiempo
para que la ausencia duela menos.
Hacer con él una pelota para jugar volando
y arrojarlo juntos
lo más lejos posible de la cama.
Pasar luego mucho tiempo
buscando el tiempo
entre abrazos llegotarde
y besos quempezamosotravez.
Hallar
más tarde el tiempo
hecho un ovillo en un rincón cerca de la ventana.
junto con las responsabilidades cotidianas
y tus bragas.