Desde que Donald Trump se lanzó en el 2016 como candidato a la presidencia de los Estados Unidos y comenzó a ensalzar a Vladimir Putin como líder ejemplar, mucho se ha especulado sobre este extraño romance. Y más, cuando el personaje en cuestión, ahora presidente electo, no se ha contenido para insultar a todos y todo. A los periodistas y a los medios que representan, a los congresistas, candidatos y precandidatos de su partido y del otro partido, los jueces, expresidentes, presidentes y ministros de otros países, empresas y empresarios, Wall Street, los bancos, actores, actrices y cantantes, en fin, la lista es casi infinita.

Pero nunca a un dictador homicida, corrupto como el que más, responsable de la carnicería de ciudades como Alepo, en la que han masacrado niños, ancianos, civiles, o su población sufre de inanición y enfermedades. Con ese no se mete. Mejor ataca a un país hermano y aliado como México, o insulta a la canciller de otro aliado como Alemania, o a toda la OTAN, antes que insinuar un defecto de Vladimir Putin. Putin, como Messi, Ronaldo o Lebron James para tantos niños en el mundo, es el ídolo de Trump.

Pero hay otra posible respuesta al romance, muy bien sintetizada esta semana en el programa de Rachel Maddow, de la cadena MSNBC.

Como es bien sabido la mayor compañía petrolera de los Estados Unidos, y la petrolera privada (en países como Arabia Saudita y Brasil, o México, Rusia y Venezuela, las petroleras son del estado) más grande del mundo, es la EXXON Mobil. Los millones de este conglomerado superan con creces los presupuestos sumados de muchos países.

Así mismo, la compañía tiene intereses y activos representados en permisos de perforación y asociaciones con petroleras estatales, en todos los rincones del globo. Entre otros, EXXON posee permisos para perforar en 1.1 millones de acres en Nigeria, 1.5 millones en Holanda y Australia, 4.8 en Alemania, 6.9 en Canadá y 14 millones de acres en los Estados Unidos.

Pero todos se quedan en pañales, frente al país donde más permisos de perforación posee la EXXON Mobil: Rusia. En Rusia, el espacio de permisos para perforar que posee la EXXON en asociación con ROSNEFT, la petrolera estatal rusa, asciende a 63.7 millones de acres. Un contrato de más de $500 billones de dólares, que incluye hacer copropietaria a la empresa rusa de algunas de las operaciones de perforación en los Estados Unidos; entre las que se encuentran las llevadas a cabo en aguas profundas del Golfo de México.

El acuerdo fue firmado en el 2011, pero, desgraciadamente para la EXXON y el gobierno ruso, cuando comenzaban a iniciarse las operaciones de extracción, al señor Putin se le antojó anexarse Crimea. Esto generó una reacción internacional en el 2014 en forma de sanciones que, entre otras, prohíbe a la EXXON la realización de dicho contrato.

¿Qué no tienen fuerza las sanciones económicas?

Y entonces, hackeo tras hackeo, el elegido para ocupar la cartera de Secretario de Estado del gobierno Trump, es nada más y nada menos que el cerebro y coautor del acuerdo con Rusia y (renunció para postularse al cargo) CEO de la EXXON, Rex Tillerson.

¿Qué le importará más a Rex, los derechos humanos, el respeto por la soberanía de los países o el contrato por el que se jugó su futuro y el de su empresa?

Yo no necesito más explicaciones de por qué Putin no quería a Hillary Clinton, ni por qué a Trump no le parece tan grave la invasión de Rusia a sus vecinos.

Estamos a una votación en el Congreso de convertirnos en los USXXA.

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