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Marcelo Bordese: los gritos del silencio.

“A los seres que pueblan mis pinturas no los construyo, los destruyo.
“Su pulpa final y deliciosa es el plato servido en un banquete en el cual yo soy un mismo creador, verdugo, cocinero y comensal.
“En cuanto al cuerpo –mi tema por antonomasia– me interesa la deformidad, la distorsión: no pinto monstruos sino deformes… Son lecciones de anatomía para nadie…
“Un ser deforme padece en su cuerpo la incomodidad, el sobreesfuerzo, la burla-silencio, la perplejidad, la complejidad, el absurdo; en suma, esa particular suciedad que es estar vivo.”

M. BORDESE - El beso verde

Así define Marcelo Bordese a los personajes que se debaten en sus pinturas.

Este artista plástico, nacido en 1962 en la provincia de Córdoba, Argentina, sabe comentar su obra con lucidez, aunque declara no tener nada que decir a través de ella. Más aún: confiesa pintar para huir de sí mismo; no por evasión, sino por el vértigo que le produce encontrarse continuamente a sí mismo.

Bordese —cuya pintura es un grito que nace, paradójicamente, del casi absoluto silencio que él mismo propicia en su taller— ha exhibido en el extranjero e integrado importantes colecciones internacionales: Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, Suecia, España. Portugal, Polonia, Croacia, Canadá, Estados Unidos, Brasil y Chile han admirado o admiran sus pinturas.

“Mis temas son: la crucifixión, los gemelos siameses, los ahorcados y los hermafroditas.

“Me interesan las imágenes sacrificiales donde el dolor, el absurdo y el desamparo están en primer plano.

“Hay un vínculo entre lo frágil y lo violento que yo deseo expresar. La crudeza opera como símbolo y contiene por igual a la figura de Cristo o a la de cualquier mártir anónimo de Auschwitz, por ejemplo.

M. BORDESE - Leda y el Cisne

“Pinto y dibujo siameses incansablemente. Me interesa ante todo la ‘clave estructural’ que ofrece el cuerpo de un ser siamés, y las posibilidades compositivas, puramente pictóricas, que implica su cuerpo, mucho más que la deformación especifica de su anatomía: ubicarlos, ‘plantarlos en el espacio’ (la superficie de la tela) y dejarlos que griten allí, con la luz apagada…

“Un ser siamés, por otra parte, no es un ser que quiere ser dos, sino dos criaturas que no pueden ser una.

“Los siameses constituyen, además, una maravillosa metáfora de la esquizofrenia.”

MARCELO BORDESE

Si el sueño de la razón produce monstruos, como afirmara Goya, el de Bordese los traduce a seres deformes. Ahora mismo, mientras el ojo del lector es atrapado por sus imágenes como por una telaraña, Bordese sueña su próxima pesadilla sobre el lienzo…

M. BORDESE - Letrina Lujuriosa

Fotos por gentileza de Marcelo Bordese.

Las pinturas de Marcelo Bordese forman parte de colecciones particulares y museos de Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, Suecia, España, Portugal, Polonia, Croacia, Canadá y Estados Unidos.  

 

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