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Interrogatorio Punk a Montero Glez

“Es posible imaginarle, la noche de autos, caminar bajo los sauces recién peinados de la residencial, las manos en los bolsillos y una poesía de sangre en la boca; es posible imaginar cómo su mirada de rufián le brilla de alegre ventura, en cuanto descubre, aparcado frente a una de las casas, una berda descapotable. Un flamante deportivo de Ferrari, en rojo carmín, seis marchas y toda la pinta de entrar en las curvas sin un mal gesto”. Escribe Montero Glez (1965) en Sed de Champán (1999), la novela que cambiaría mi vida.

            La de Montero Glez es una prosa dura y soberbia de las calles de la ciudad, sin inquietudes estéticas. Por ellas, se va con la policía rumbo al paredón, directo a la felicidad. Es privada, alusiva, inquietante, perturbadora, ponzoñosa como la encía de un Dragón de Komodo; una especie de brujería insondable para las mentes comunes y los pies ávidos de pogo.

            Por eso y por más, Montero Glez debía someterse al Interrogatorio Punk de #Underground.

 

Según Greg Graffin (Bad Religion), Punk es el proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión que resulta en el progreso individual, y por extrapolación, guiaría hacia un progreso social. ¿Qué tipo de argumentos son los que cuestiona Montero Glez?

La relación del hombre con la propiedad. En la sociedad capitalista en la que estamos inmersos, eso es lo que cuestiono.

 

Si bastantes personas se sienten libres y son animadas a usar sus habilidades de observación y raciocinio, grandes verdades emergerán. ¿Qué tan libre te consideras?

La libertad, en una sociedad capitalista, es una conquista personal. Así de duro y real es. Porque la libertad no tendría que ser una conquista, sino un derecho. En mi caso, puede decirse que la he conquistado. Duermo cuando tengo sueño, como cuando tengo hambre y río siempre que me entras ganas, es decir, a todas horas.

 

¿Qué ha sido lo más asqueroso del concepto de ser escritor?

Ser escritor es asqueroso. Por eso yo no lo soy. Tan sólo soy un hombre que escribe.

 

¿Tienes algún libro de cabecera?

El Quijote.

 

“El Charolito sólo se  fía de su polla. Era lo único en el mundo que jamás le daría por el culo”. Reza el incipit de tu novela Sed de Champán (1999) – que recuerdo, me enviaste a mi departamento en 2009–. ¿Qué estabas escuchando durante la escritura de este libro?

Flamenco. Escuchaba a Bambino.

 

¿Cuál fue la primera banda de rock que viste en vivo?

Leño, con Rosendo al frente; el mejor grupo de rock hispano de todos los tiempos.

 

¿Qué tema elegirías para ser escuchado al final de tus días?

“La nana del caballo” de Camarón.

 

¿Cuál es tu constructo personal de erotismo?

Erotismo es todo lo que no es pornografía.

 

¿Considerarías que escribir es una forma de ejercer la Anarquía?

Escribir es conquistar la lejanía.

 

¿Toda literatura es política?

La mía sí.

 

¿Cómo fue tu relación con Ray Heredia y cómo fue escuchar por primera vez, aquella versión flamenca de “Psycho killer”?

Era mi amigo. Me iba con él al local de ensayo, con sus músicos, salíamos luego por la noche, en fin, algo mágico estar a su lado y escuchar el psyco-killer versión flamenca.

 

¿Qué representa para ti La leyenda del tiempo?

El disco que cambió el flamenco y mi manera de vivirlo.

 

¿Fútbol, literatura, playa, gastronomía, flamenco o Rock and Roll?

Flamenco rock y jazz rock. Pescaíto frito, las playas infinitas de Cádiz y una novela de Vázquez Montalbán. Eso es una manera de mostrar el Paraíso.

 

¿Qué es lo más Punk que has hecho en toda tu vida?

Eso no se puede contar aquí, soy un caballero.

 

 

 

 

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Muela

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