Una frase que repica en mi cabeza cada vez que pienso en el cine.
¿Existe algo más placentero que sumergirse en una historia durante 1 hora y media, y no tener que preocuparse por nada más que abrir los ojos, los oídos, el corazón y sentir?
Si, posiblemente haya cosas más placenteras, no me cabe duda. Seguramente me dirás que la música produce una sensación similar, un buen libro, un cuadro, un buen mofongo, un atardecer, una noche de sexo…
Pero creo que el cine es una suma de todos los sentidos. Me quedarían pendientes el olfato, el gusto y el tacto, pero podemos cubrirlos con una porción large de pop corn y listo. Y hasta te diría que un slushie para que te de un subidón de azúcar.
Ella es una actriz,
se seca y mira el mar, se viste de plata,
nadie la viene a buscar,
no espera que toquen el timbre
se monta en un convertible
y se va, ya verán.
De eso y mucho más hablamos esa tarde de lluvia intermitente, luego del paso de Irma con Fernando Arciniega. Me encontré con él en la Bakery de Old Lisbon, Coral Way y la 17 calle. Me gusta ese lugar, el pan portugués y la posibilidad de articular dos o tres frases en el idioma de Pessoa y Saramago.
Fernando es colombiano, pero miamiense de alma y corazón. Hace 39 años que dejó atrás su país cuando los conflictos políticos se volvieron demasiado duros para una familia que solo quería vivir tranquila y en armonía.
Mientras pide un café con leche bien clarito, Fernando me cuenta que cuando era niño, iba de las mano de sus padres al Teatro Cóndor en Villavicencio. Se pasaban la tarde viendo películas de Libertad Lamarque, Arturo de Córdoba y los musicales de Palito Ortega y Rafael.
El cine marcó su infancia, los instantes de familia, el perfume a la torta de plátano con bocadillo. De solo recordarla, se le dibuja una sonrisa en la cara.
Mientras revuelvo mi té con leche, le pregunto a Arciniega cuáles son sus películas favoritas. Él piensa «no está fácil la pregunta», pero asegura que “La vida es bella” y “El postino” fueron dos historias que conmovieron su corazón y que hicieron que amara más el cine.
Que se puede hacer salvo ver películas,
sueño con la actriz que se seca y mira el mar,
mi corazón es de ella,
mi mente está en las estrellas.
Y habrá sido por ese amor al cine desde niño, que el año pasado pensó que el cine podía ser una buena idea para recaudar más fondos para la Fundación Manos del Sur. Hace 15 años que colabora con ellos a través de Las Golondrinas, una organización de Colombia fundada en 1985 que trabaja con la población más vulnerable, en su mayoría desplazada por la violencia. Su misión es mejorar la calidad de vida, promover la educación, el desarrollo social y promover el fortalecimiento económico de las familias.
La apuesta le salió bien: empezó con una película y terminó proyectando 5, entre cortos y mediometrajes, a sala llena en el Koubek Center en setiembre del 2016.
Así nació la Primera Edición del Indie Pasion Film Festival.
Este año vuelve por más. Con las mismas ganas de colaborar con Manos del Sur, pero con el corazón dispuesto en promover el cine independiente no solo de la Florida, sino de Colombia, España, Portugal, Argentina, Chile, Venezuela, México, Cuba, Perú, entre otros países iberoamericanos.
Documentales, cortos, medios y largometrajes en el Koubek Center, del 3 al 5 de noviembre.
Se larga una lluvia de esas que parece que el mundo se viene abajo. Irma nos dejó a todos medios detenidos en el tiempo. De hecho, el Festival estaba planificado para los primeros días de octubre y hubo que posponer la fecha para noviembre. Fernando cuenta que serán tres galas: La primera abrirá el Festival, la segunda será noche argentina en donde se proyectará la película «Soldado Argentino» y la Tercera será la noche de premios, presentación de documentales y fiesta de cierre.
Pero más allá de la proyección de las películas y los Q&A con directores y guionistas, la idea es que se construya un puente de conexión entre artistas. Que los que están allá, conozcan a los de acá y viceversa.
Sobre la T.V. se duermen mis dos gatos
salgo a caminar para matar el rato
y de pronto yo la veo entre los autos
justo cuando la luz roja cierra el paso
me acercaré al convertible
le diré: «quiero ser libre, llévame, por favor»
Tímidamente, Miami se ha puesto en el tercer lugar en los Estados Unidos en producción de películas. Con Moonlight, la ganadora del Oscar de este año, mal que le pese a Faye Dunaway y a Warren Beaty, nuestra ciudad se hizo famosa por contar historias distintas a las de siempre. O con la de Sean Baker, The Florida Project. Al menos salimos por un rato del típico cuento de narcos y ricos.
Aunque sigan viviendo en Miami…
Que se puede hacer salvo ver películas
Indie Pasion Film Festival
3, 4 y 5 de noviembre.
Las entradas están a la venta en Indiepasion.com
Del álbum “Películas” de «La Máquina de hacer pájaros» hace años, hace tiempo.