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#Poemas de Lizette Espinosa

 

 

Peregrinaje

 

Dejo plantado mi nombre

para reconocerme luego entre los árboles.

 

El rostro cambia de estación

y con las piedras ruedan también las verdades.

 

Salgo a andar y la casa me pesa demasiado

cuánta lluvia en la piel y el sol tan alto.

 

Como oveja perdida voy siguiendo el sonido.

Nada queda tan lejos como mi propia sed

 

y en los mares ajenos

todos los peces parecen de plata.

 

(De Por la ruta del agua, 2017)

 

Un hombre sabio

 

Termina su café y absorbe

el último esplendor del cigarillo.

Ya nada le sorprende.

Sabe observar el curso de las aguas

simular la tragedia de los acantilados.

Todo converge en la desolación de sus lamentos.

Todo amanece al filo del amor.

El pulso agotado del deber

se tensa en el arco de la mano que huye.

El hombre despide su humildad

espera, con la pasión de un niño que madruga

el disparo final de la alegría.

 

(Inédito)

 

 

Homeless

 

Sobre la estrecha acera

en el nicho nupcial de rústico ladrillo

la viuda acicala su edredón

y barre con la falda el polvo de los días.

Todo brilla a su modo

y a los ojos de Dios

es solo una mujer que vuelve a casa

hastiada del viandante que pasa y fisgonea

tras el fino algodón de sus cortinas.

 

 

 

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