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Messi encuentra su biografía

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Debate

Lionel Messi es algo más que el mejor jugador de fútbol del mundo. Su importancia en los tiempos que corren trasciende el deporte, tanto que ha sido tapa de la revista Times y se lo ha incluido en la lista de los personajes más influyentes del mundo. Hay quienes debaten si es mejor que Maradona o Pelé, cada semana en un campo de fútbol da mayores argumentos a quienes plantean ese debate, una estrella de esa dimensión acapara elogios y concita la atención de sus colegas, aficionados y periodistas del mayor espectáculo del deporte y también ajenos a él. Leonardo Faccio, el autor, no es precisamente un periodista deportivo ni aficionado al fútbol, según confiesa, hasta que descubrió a Lionel Messi. En la tradición del moderno periodismo narrativo, el autor dibuja un gran perfil del futbolista recogiendo datos e información del propio jugador, su familia, compañeros, amigos de la infancia, profesores, entrenadores, agentes, dirigentes de fútbol, todas aquellas personas que de alguna forma han sido testigos privilegiados del proceso de esta estrella del balompié. De esta forma conocemos algo más a fondo a ese chico tímido y de frágil apariencia que tuvo la fuerza para superar sus grandes problemas físicos de crecimiento y el desarraigo lejos de su natal Rosario hasta llegar a convertirse en lo que ahora es. Así conocemos que es ante todo un hombre común que vive para el fútbol, que duerme largas horas de siesta en el sofá después de entrenarse, que de vez en cuando se para a comer un bife en un restaurante de la carretera camino a su casa de Castelldefels, que mantiene contacto con los amigos de su infancia, que cada que puede viaja a Rosario a ver a su familia y amigos, que siempre llegaba tarde a sus clases y al comedor de la Masía del FC Barcelona, que cuando pierde un partido es mejor no hablarle y respetar su silencio, que se aburre lejos de la pelota, no sigue las series de televisión que empieza, no le gustan los rodajes publicitarios o sus directores, que sus padres y hermanos  sacrificaron sus vidas para que Leo fuera un futbolista profesional, que todas las noches come en casa de su hermano en Barcelona, quien además de alimentarlo personalmente se ocupa de su seguridad mediante guardaespaldas que la estrella ni sospecha, que su hermana menor sueña con ser como él: “Me gustaría ser un día como mi hermano –dice-, pero en actriz. María Sol Messi lo dice con la seguridad del que siente que todo es posible. Incluso negar la idea de que solo puede haber un genio en la familia. Aún no sabe que detrás de cada arte se esconde un calvario. El de su hermano puede ser el aburrimiento que lo acecha cuando se aparta de las praderas del balón.”

 

 

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