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¿Para qué escribe una novela Leonardo Padura?

Leonardo Padura es un hombre sencillo, amable y alegre. Una sonrisa y un saludo es su carta de presentación. Casi siempre está junto a su mujer Lucia López Coll (cineasta) y cuando no lo está suele preguntar: “¿Dónde está mi mujer, Lucia?”. Es uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos del mundo. Escribe novelas, cuentos, ensayos, guiones de cine, notas periodísticas, y su voz siempre está presente para hablar de su amada Cuba y de la actualidad global.

Su reconocimiento como novelista se desbordó con Las cuatro estaciones, la tetralogía que tiene como personaje central al detective Mario Conde. Desde que esa figura ficcional se convirtió en un referente crítico del régimen, las puertas del mundo se le abrieron a Leonardo Padura; uno de los pocos escritores cubanos contra el régimen que decidió quedarse en la isla.

Su personaje Mario Conde, investigador y protagonista de la saga, podría ser el álter ego de Padura. Este se propone una «sociedad más justa», pero claro, no está exento de la corrupción moral. En esta saga renovadora del género policíaco en Cuba y en América Latina, los que delinquen son generalmente «intocables» ligados al poder y en las novelas quedan desenmascarados el oportunismo, la doble moral, la corrupción, el tráfico de influencias, incluso el consumo de drogas y la prostitución.

Pero la obra de Padura no sólo es reconocida por esta tetralogía. La novela  El hombre que amaba los perros ? la cual le llevó cinco años en su proceso de creación? (2009) cada día se consolida más en ese binomio perfecto para todo escritor: éxito de ventas y lectores y admiración de la crítica. Los premios han llegado a ser la confirmación de su buena literatura. Por sólo citar algunos: el Premio Raymond Chandler (2009), el Roger Caillois (2011), el Nacional de Literatura (2012), y el premio Princesa de Asturias de las Letras 2015.

Después de este breve perfil, a continuación algunas respuestas del autor sobre el para qué se escribe una novela y otras preguntas sobre su vida. Sus respuestas fueron tomadas de un curso dictado por Leonardo Padura en Sao Paulo, Brasil, en noviembre de 2016, y durante su participación en el Hay Festival Cartagena 2017.

¿Para qué se escribe una novela?

Lo primero, y algo que llama la atención del escritor, y que le ha motivado a elegir este fascinante género de la literatura para expresarse es que en sus cuatro siglos del surgimiento aún no se le ha podido fijar su forma. “Si en el teatro y la poesía la forma ha sido fijada, esto no ha podido fijarse nunca en la novela”, confesó. Ahora bien, a la pregunta sobre la razón de ser de la novela, su respuesta fue sin rodeos y citó al novelista y filósofo Hermann Broch: la única razón moral de la novela es el conocimiento.

Padura, quien además es columnista en varios periódicos del mundo, enfatizó en el valor del personaje, el cual se constituye como vital para que perdure una novela en el tiempo. “Este es importante como una entidad novelesca”, y coloca ejemplos de personajes como el Quijote o Madame Bovary que han sobrevivido a sus autores, justamente por sus modales, “por sus modelos de comportamientos”. Para él, el carácter real o ficticio en el que se sustenta la novela determina al personaje. Es así que como ejemplo, en El hombre que amaba los perros el contexto es real, histórico (entorno a la vida de León Trotsky). Es por eso que la novela debe ser acorde con esa historicidad de los personajes.

Pero ¿y para qué se escribe? ¿Para qué fabular, construir un mundo paralelo al real? En estas preguntas que buscaban saber el para qué de una novela, el cubano citó a Flaubert, gran influencia de la novela moderna con su obra Madame Bovary: “se escribe para llegar al alma de las cosas”.

¿Y cuál es la intención de sus novelas? Y una nueva cita, esta vez del español Manuel Vásquez Montalbán, de quien ya ha revelado en anteriores ocasiones admiración: “Lo que intento hacer en todo los casos es un tipo de novela mediante la que pueda reflexionar, sancionar, dar mi opinión sobre lo que ocurre a través de Carvalho, que es como mi médium”; pasaje que según Paradura, puede aplicarse a sí mismo y a su personaje Mario Conde en el lugar de Pepe Carvalho, el personaje de las novelas policiacas del desaparecido autor español.

La perspectiva desde la que se narra un relato novelesco también es fundamental para el autor de Adiós Hemingway (2001) y Herejes (2013) (novelas que también tienen como protagonista a Mario Conde), pues constituye señas de identidad de la obra; punto de vista desde el cual se verán o enjuiciaran los acontecimientos y conflictos.

Sobre la idea que algunos lectores y mismo críticos intenten buscar en una novela referencias con la realidad, fue claro: “La historia real recuperada nunca puede ser la realidad. Se impone la memoria y la subjetividad”. “Es una narración de hechos ficticios”.

Por último, entonces, la novela viene a tener una posición liberadora a una percepción un tanto pesimista sobre la vida, dado que al considerar la vida humana como una derrota, el arte de la novela es un intento por comprender esa derrota. 

El proceso creativo, la política, el cine

La pregunta habitual que se le hace a todo escritor reconocido no podía faltar hacérsela a Leonado Padura. ¿Cómo es su proceso creativo? Escribe por las mañanas, claro, cuando no está en algún viaje, desde las siete a la una tarde. “Soy un escritor muy inseguro, escribo, reescribo, vuelvo y reviso. Le mando a amigos versiones de las novelas que estoy escribiendo y considero su opinión. Y bueno, no tengo prisa en publicar, me da lo mismo que un libro salga antes o después, lo importante es que sea el mejor libro que haya podido escribir”.

Sobre política habla, pero aclara que a veces creen que es una especie de profeta que sabe todo sobre la realidad cubana, pero no, él dice: “Soy un ciudadano común y corriente, que además escribe. Vivo la realidad al igual que el resto de los cubanos”.  Sin embargo eso no le quita que de sus opiniones como cualquier otro. De tal forma confiesa que la razón de que tantos latinos hayan votado por Donald Trump es la estupidez humana. Sobre el nuevo presidente estadounidense cree que el trasfondo de sus discursos es el totalitarismo. “Hay un sector de la sociedad muy extremista y patriotero que tiene un gran poder y Trump está hablando al oído a estas personas”, concluye sobre este tema.

Sobre el cine, una de su otras pasiones, dice que le gusta más ver las películas y las series, que escribir los guiones. Sin embargo se entrega al máximo cuando tiene que escribir uno, entendiendo que es una forma de escribir totalmente diferente, y Raymond Chandler lo explicaba muy bien: “El escritor serio de novelas, cuando escribe para el cine debe vestirse con su segundo mejor traje”. De esta forma el autor ha participado en las adaptaciones de algunas de sus obras, y escrito guiones con un alto contenido de la cotidianidad cubana: Regreso a Ítaca (2014), dirigida por Laurent Cantet; colaboró con varios guiones de Siete días en La Habana (2011), y recientemente ha sido lanzada la miniserie Cuatro estaciones en La Habana, basada en su tetralogía.

Por último, un documental dirigido por su mujer Lucia, cuenta la cotidianidad de Leonardo en la isla, y cómo es ser escritor ahí. Escribir y vivir en La Habana es su nombre. Y la combinación de literatura con el lenguaje cinematográfico demuestra que Padura es también un gran amante del séptimo arte.

 

 

 

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