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Mariposas negras

Mariposas negras (Eskeletra Editorial, 2017) es el primer libro de cuentos de la autora ecuatoriana-americana Melanie Márquez Adams, quien forma parte del New Latino Boom, término que yo he acuñado con referencia a la explosión de producción literaria en español dentro de los Estados Unidos. Márquez Adams está muy presente dentro de la dinámica literaria en los Estados Unidos con cuentos y crónicas publicados en diversas revistas y con la edición de dos antologías en su haber. Sin embargo, es ahora que nos presenta su primer libro, publicado en Ecuador.

Mariposas negras incluye veintidós cuentos cortos. El rango de longitud de los textos va de una a seis páginas aproximadamente, por lo que nos encontramos frente a escritos que relatan una historia concreta, un pedazo de una vida que los lectores deben completar. A su vez, todos los cuentos se dirigen hacia un clímax y terminan con un final chocante, inesperado, que seguramente hace que los lectores se remuevan en sus asientos. De este modo, Márquez Adams aplica la fórmula del cuento perfecto en donde hay una introducción al tema, una cúspide y un desenlace; todo esto quizás en la figura de un párrafo si se habla de los cuentos más cortos del libro.

Los cuentos de esta obra están escritos con mucho cuidado; han sido compuestos tomando en cuenta cada detalle, buscando cada palabra con exactitud. Cada historia cuenta con una descripción mesurada de alguna imagen, de algún elemento sensorial: un olor, una textura, una sensación provocada por la acción del ambiente. De allí que los lectores se topen con pasajes como estos: “Miles de serpentinas plateadas caían a torrentes desde el cielo, estrellándose y haciendo crujir el parabrisas a su paso” (53), “Envuelta en una manta de parches inmensa y con un paso tan ligero que parece flotar, una mujer encorvada camina tranquila mirando fijamente hacia el horizonte” (87-88), “A través de las cortinas de saliva que cuelgan de los labios agrietados, se asoman unos dientes carcomidos y amarillentos” (115).

El tipo de narración meticulosa e íntegra que hace la autora, llena de descripciones lideradas por adjetivos y frases profundamente estudiadas, se relaciona directamente con los elementos oscuros y tétricos que abundan en los textos. En Mariposas negras hay destellos macabros, vengativos, sigilosos, y hasta tenebrosos. Las historias de este libro pueden causar escalofrío sin que los lectores tengan que encarar a un monstruo de dos cabezas o a un fantasma espeluznante. Las historias de Márquez Adams han sido sacadas de la vida misma con un toque de fantasía, o más aun, con una mezcla de la fantasía y la realidad, que al fin y al cabo pueden resultar siendo la misma cosa. Además nos encontramos con crímenes, hechos premeditados, sangre y hasta noticias esparcidas en periódicos. Márquez Adams presenta sucesos que pueden ocurrir ante nuestros ojos y que, como a muchos personajes, pueden producir en los lectores sentimientos de angustia e impotencia por no saber cómo solucionarlos. Sin dejar a un lado la realidad, la locura también se hace visible y en varios textos reluce y se manifiesta. Sin embargo, ¿no es la locura parte de la realidad misma?

En las páginas de Mariposas negras, se puede observar una mujer con piernas biónicas, unos muchachos jugando cartas que realmente no lo están, unas criaturas diminutas y voladoras que se reproducen al reírnos, un roedor macabro y demás entes que pueden, realmente, pertenecer a nuestro propio mundo. Todos ellos se dan cita en un ambiente descrito con frases barrocas, adornadas de tal forma que invitan al lector a adentrase en él. Luego de leer esa obra, espero con paciencia la siguiente entrega de Melanie Márquez Adams para observar adónde nos invitará la próxima vez.

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