Háblame un poco de los últimos libros que has publicado o traducido.
En noviembre del año pasado publiqué Escritorxs Salvajes (Hypermedia), una antología que reúne a los mejores autores que escriben en español, y ocasionalmente en inglés, en los Estados Unidos. El trabajo ha tenido una repercusión que disfruto sumamente como editor. Todas las semanas me llegan correos electrónicos de lectores de distintas partes del mundo. Este 2020 salió el libro de poemas Los románticos eléctricos (Sudaquia) y Don’t Cry for me, América (Ars Communis), una antología que edité junto al escritor Fernando Olszanski. Publicar libros es tirar una botella al mar. Cada vez que alguien la encuentra, siento una satisfacción que roza la alegría.
¿Qué blogs, revistas electrónicas u otros sitios en internet recomendarías para descubrir a autores noveles hispanohablantes?
Suburbano.net, por supuesto.
¿Cuáles son tus referentes en la literatura iberoamericana?
Manuel Puig, Borges, Silvina Ocampo, Rulfo, César Vallejo.
¿Qué otros autores y autoras han tenido influencia en tu obra?
Cocteau, Karen Blixen, Carver, Gogol, Capote, Rimbaud, Radiguet, Alain-Fournier.
¿Qué nuevos escritores y nuevas escritoras hispanohablantes recomendarías?
Ahora se me ocurren Camilo Pino, Pedro Medina León, Raquel Abend van Dalen, Carlos Pintado, Gastón Virkel, Ivón Osorio. Hay muchos, por suerte.
¿Qué autor o autora está subvalorado en tu país de origen?
Beatriz Guido y Bernardo Jobson.
¿Y ahora qué autor o autora está totalmente sobrevalorado en tu país de origen?
Martín Caparrós como novelista. Cuando escribe periodismo es muy bueno.
¿Cuál ha sido tu peor (o mejor) borrachera en una feria del libro?
No la recuerdo.
¿Qué serías si no fueras escritor o escritora?
Peluquero. Escuchan las mejores historias.
¿Qué viene luego de Borges en tu biblioteca?
Boris Vian.
¿En qué estás trabajando ahora?
Hacía muchos años que no dibujaba. Hace meses que estoy tratando de terminar un nuevo libro de comics.
¿Cuál va a ser tu próxima lectura?
Tengo que elegir entre varios libros acumulados por el maldito virus.
¡Gracias!
