Miami se despereza lentamente, estira los brazos, bosteza e intenta incorporarse luego de un larguísimo fin de semana.
Irma nos dejó agotados, sin energía eléctrica, con eternas filas para cargar gasolina, árboles y ánimos caídos, algunos todavía intentando volver a sus casas luego de una desesperada huída, otros, tratando de recuperar las ganas de reconstruir y dejando los shutters puestos hasta que, finalmente, termine la temporada de huracanes.
Hasta el próximo año, cuando todo vuelva a empezar.
Como toda una mujer despechada, Irma arrancó tranquila y silenciosa desde Africa, atravesó el Océano Atlántico con valor y mordiéndose los labios, explotó sus lágrimas furiosas en las pequeñas islas del Caribe, Cuba, los Cayos y Naples, para, agotada ya de tanto dolor y engaño, rendirse sobre el noreste de los Estados Unidos.
Dice la leyenda que los huracanes con nombre de mujer son los peores.
Hay records que lo confirman: Katrina, Wilma, Rita y Patricia fueron los ciclones con más muertes tras su paso.
Algunos meteorólogos creen que al tratarse de huracanes con nombre de mujer la gente supone que serán más tranquilos y por eso no toman las precauciones necesarias.
¿Será cierto?
¿Será que nuestra condición femenina nos hace soportar más hasta que finalmente estallamos y destruímos todo lo que encontramos a nuestro paso?
Quiero presentarles a Laura y Sofía.
No son huracanes.
O sí. Todas lo somos en alguna medida.
Descubrí su historia a través de Instagram.
Hace poco abrí una cuenta nueva después de haber pasado unos 6 meses de abstinencia en las redes y me dejé llevar. @aquellaquesoy empezó a seguirme, me gustaron los dibujos primero y luego los textos. Y la combinación de letras e ilustraciones con la posibilidad de que el mismo lector diera el toque final al colorearlo, me pareció una genial idea.
«Aquella que soy» es un trabajo en conjunto entre Laura Barroetaveña y Sofía Zermoglio, dos argentinas que viven en costas opuestas de los Estados Unidos, pero que a pesar de la distancia, lograron una obra perfectamente compenetrada, trabajando desde el corazón y la intuición.
Dos mujeres comunes.
Madres, hijas, esposas, amigas, trabajadoras, vecinas y artistas que un día se descubrieron unidas por algo en común: la necesidad de encontrar un balance entre el «deber ser» y la pasión que se desespera por salir a borbotones.
A Laura la conocí en Miami. Hemos compartido cumpleaños y fiestas. Momentos felices, donde uno tiene tiempo para conversar y conectar con el otro. Barroetaveña es artista, directora de arte y pinta murales y dibuja hermoso. Esa es una de sus formas de expresión y con ella, logra canalizar su arte.
Sofía vive en Los Ángeles y es periodista. Escribe poesía, textos y cree que eso de «llamarse escritora la queda inmenso, pero aspira a colgarse algún día ese título».
Humildemente le digo a Sofía que se anime, que se haga cargo de lo que escribe porque es bueno y merece llamarse escritora.
Por alguna de esas cosas de la vida los que compartimos vivencias parecidas o sentimientos similares, tendemos a reconocernos rápidamente.
No sé, quizás usemos los 5 sentidos con más profundidad y ahí aparece la similitud en la mirada.
De adentro hacia afuera y hacia el mismo punto.
Así les pasó a Sofía y a Laura, según ellas mismas cuentan.
No son amigas desde siempre, apenas se conocen desde hace unos años, pero encontraron que tenían muchas cosas en común y las plasmaron en este libro.
Luego de trabajar intensamente durante 1 año, entre llamadas telefónicas con las 3 o 4 horas de diferencia horaria, conexiones casi telepáticas, borradores, apuntes, originales y mucho amor, lograron concretar su creación. Ambas atravesaron momentos dolorosos y fuertes de la vida casi al mismo tiempo y «Aquella que soy» nació como un sinergy book para ayudarlas a salir adelante y conectar con miles de mujeres que viven momentos similares.
«Aquella que soy» es una obra de a tres. Laura, Sofía y quien pinte las ilustraciones. El lector tiene la posibilidad de darle fin y elegir el color que más le guste.
«Aquella que soy» se extiende en las redes sociales. Con el libro ya publicado, decidieron abrir cuentas en Instagram y Facebook para dar la oportunidad de contar su propia historia, compartir quién fue y quien es ahora, enviando su texto por email y una foto en blanco y negro.
El color lo pone el otro, el que mira, el que lee, el que observa, el que pinta.
Sofía y Laura tienen nombre de mujer.
Como Irma, como Rita, como Patricia, Katrina y Wilma.
Llegan potentes, con sus sentimientos expresados en tinta y letras, se combinan en una danza de arte y sentimientos, arrastrando pesares y transformándolos en amor.
Así somos, así es nuestra esencia.
Aquella que soy.
Autores: Sofía Zermoglio – Laura Barroetaveña.