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El reino de los caballos: entrevista a Norela Zamora

Norela Leo Zamora, joven emprendedora radicada en Monterrey, abre las puertas de su vida en su rancho, en Zuazua, Nuevo León, donde están las caballerizas e imparte talleres de coaching con caballos.


 

Cuando Norela Zamora me invitó a realizar la entrevista y me platicó brevemente acerca de lo que hace, confieso que no capté realmente la esencia de lo que me quería transmitir; sin embargo, lo primera referencia que tuve, dada mi naturaleza de escritor, fue la historia de unos caballos filosóficos, perteneciente a la novela “Los viajes de Gulliver”, del escritor Jonathan Swift. En el cuarto libro de la historia, el autor relata la vida de los houyhnhnms –nombrados así por la genial onomatopeya que hacen con su relincho– y cómo el protagonista, Lemuel, se admira por la profundidad y la claridad de pensamiento que tienen estos seres. En la novela, el nombre de los caballos significa en su lengua «la perfección de la naturaleza». Partiendo de esta referencia cultural que tenía, y sin ningún tipo de acercamiento hacia los equinos, decidí emprender el viaje sin hacer más conjeturas, junto a mi esposa, hacia el municipio de Zuazua, pensando en la extraña manera en que las circunstancias se conjugan para llegar a un asombro.

En el transcurso del viaje, después de salir de la carretera nacional que da el paso a Laredo, lo que conocemos como “civilización” se va omitiendo para dar paso a otros escenarios fuera de lo citadino. Se aleja el ruido de los tráileres y los cláxones, comienza el silbido de las abejas y la aparición de los mezquites, árboles muy comunes en regiones áridas. El camino se estrecha conforme nos adentramos al municipio, la vía se convierte en un carril de ida y otro de vuelta. Alrededor de las 8:45 am estamos llegando al rancho, que se presenta con un portón grande y deja entrever la magnificencia de algunos caballos, los cuales levantan la cabeza, curiosos, al notar nuestra llegada.

La cita para estar en el sitio era a las nueve; Norela llega puntual y nos recibe con una sonrisa. Nos invita a pasar y, como quien da pasos calculadores para reconocer un nuevo horizonte, así nos adentramos en el lugar para acoplarnos y dar inicio a la entrevista. Entonces, comienza la aventura…

¿Quién eres?

Soy una mujer de 24 años, trabajadora y aventurera, comprometida con mi éxito personal y profesional. Amante de la naturaleza, de las relaciones humanas y de los retos. Encantada de experimentar, pertenecer y convivir en diversos espacios de crecimiento y desarrollo personal.

¿Cuál es tu profesión? ¿Y qué es lo que más valoras de la vida?

Me gradué como psicóloga, pero me convertí en “todóloga”. Ejerzo en la clínica Santa Engracia S.C como psicóloga para la rehabilitación para pacientes con adicciones y duales. Tengo una empresa de Coaching titulada ZAMORA COACHING CON CABALLOS, donde laboro como coach de vida y empresarial, impartiendo talleres. Soy fundadora de CLEAN HIKING Ecology Project (somos un grupo de personas comprometidas con el cuidado, la sensibilización y educación sobre la protección de las montañas en México). Y pertenezco como socia a The Boss Lady Mx, un movimiento de mujeres que empoderan y crean espacios digitales para mujeres emprendedoras de toda la República Mexicana. Lo que más valoro de la vida, son todas las personas y oportunidades que han llegado a mí y que han aportado mucho amor, confianza y entrega para colaborar conmigo, animándome a ser más grande de lo que logro ver.

¿Qué visión tienes de la vida?

La vida, según mi experiencia, es una noble oportunidad por aprovechar los recursos que la misma te proporciona, conociendo y contribuyendo en cada espacio que asista. Es la belleza por apreciar los pequeños detalles y de reconocer lo humanos que somos tras el fracaso y el éxito. Es amar porque podemos y compartirlo con quien lo necesita.

¿Lo que haces representa un sacrificio o un sistema de creencias?

Para nada, amo mi trabajo y cada cosa que hago. Un trabajo exitoso a mi parecer es aquel que considere como un espacio para ser más yo. Cuando encontré eso, mi compromiso se volvió mayor y en medida que lo realizo, más gratificada me siento conmigo misma y con todas las oportunidades que se me presentan.

Entendiendo esta concepción como un acto muy personal, ¿cuánto tiempo inviertes?

Esta es una pregunta difícil, dado que al ser parte de tantos proyectos es necesario administrar cada cosa sin olvidarme de descansar. La ventaja de ser dueña es que yo pongo los horarios (menos en la clínica, ahí depende del número de pacientes que tenga), pero englobando todo podría decirse que 12 horas diarias de lunes a sábado. A veces los domingos también.

Cuéntame, ¿en quién te inspiras?, ¿cuál es tu motor?

Desde tiempos memorables, he buscado tener metas personales con fecha de caducidad. Cada meta me emociona más porque representa un reto para mí cumplirla. Esto me ha llevado a inspirarme en el éxito más que en el fracaso y en la posibilidad de cumplir cada cosa que para mí signifique un “no”, permitiéndome entonces cuestionarlo. Todo esto me lo enseñaron mis padres, quienes nunca me compraron una excusa para decir “no puedo”.

¿Cuáles son tus influencias a nivel espiritual (humano)?

La vida misma realmente, nunca he tenido un modelo a seguir como tal. Cada experiencia y persona aportan en mí para enriquecerme de sus experiencias, aciertos y fallos. Esto me agrada porque me hace tener apertura hacia donde el viento me lleve.

¿Por qué haces lo que haces?

Hago lo que hago porque me apasiona contribuir con el desarrollo humano y natural. Me importa mi mundo y por lo mismo siempre me he dado a la tarea de poder pertenecer algún espacio donde pueda aportar mi granito de arena para la mejora. Hace un tiempo leí una frase de Giorgio Nardone -un psicólogo sistémico, en su libro Psicotrampasque me impactó bastante- que decía: “Cómo construyo lo que después me destruye”; posterior a leer esta frase, recuerdo me puse a llorar al darme cuenta de lo responsable que soy de cada cosa que me ha ocurrido en la vida. Fue un momento doloroso, pero también bastante liberador, pues si tengo la oportunidad de destruir, quiere decir que también tengo la oportunidad de construir. Por ello es que hago lo que hago, porque mi compromiso está en construir y tocar corazones a cada espacio o lugar al que voy.

Cada persona tiene una especie de misión en la vida. ¿Cuál piensas que es la tuya?

Disfrutar y ser feliz cada instante con lo que me apasiona, siendo libre, viajando, conociendo y apoyando a cada persona que se cruza en mi camino. Las cosas ocurren y no deberían de ser ignoradas; si están pasando es para aprovecharlas.

¿Hacia dónde quieres seguir proyectando tu carrera? Cuéntanos de tu relación con los caballos, el trabajo de coaching con las personas a través de ellos y qué importancia tiene el acercamiento de los humanos con la naturaleza.

Queremos ser una empresa de Coaching con caballos reconocidos a nivel internacional. Actualmente hemos logrado impactar en Ecuador con Alexis Solórzano, quien amablemente nos abrió las puertas de su casa. Pero así como en Ecuador, buscamos llegar a más partes del mundo. Mi relación con los caballos inició desde que tengo uso de razón. Mi bisabuelo fue el Capitán Álvaro Zamora, quien fue fundador de la equitación en Monterrey, y gracias a su legado por amor hacia los animales, específicamente el caballo, logré ser parte de una familia llena de aventuras con los equinos. Asimismo, me lancé a toda una historia de aprender a convivir con caballos desde cero. Todavía recuerdo que antes de subirme a un caballo mi abuela me decía: “¿quieres aprender a montar? Bueno, primero limpia todas las caballerizas”. Lo difícil es que tenían más de 50 caballos. Con el paso del tiempo y el apoyo de mi familia, concursé, me caí y entré en una clase de conexión inexplicable en el que yo podía llegar, hablarle a mi caballo y éste sacar la cabeza y comenzar a relinchar. Es sumamente hermoso el poder entrar en sinergia, pues con el tiempo aprendí que jamás se trató de obligarlo hacer algo que no quisiera, sino de invitarlo a ser los dos uno mismo por medio del afecto, comprensión y respeto. De ahí nace nuestro eslogan… y honrando la frase mi bisabuelo: “Dos corazones, un solo pensamiento”. Pues en medida que ayudas a un animal a salir adelante, de igual forma podrás observar que una parte de ti también se sana tras esa ayuda.

En una vida tan llena de edificios, carros e internet a veces aturde y el ritmo en el que se mueven las cosas asusta, las relaciones se vuelven superficiales a través de un clic y por ello es que creamos este espacio para hacer un alto y poder convivir con la naturaleza y con los caballos, salir de la rutina y tener un momento de reflexión de manera personal sobre los resultados que se tienen en la vida. El papel del caballo se realiza a través de técnicas proyectivas ofreciendo la posibilidad de que el participante se observe e identifique a través de él. Esto nos ayuda a poder hacernos responsables de nuestros resultados y tener la opción de cambiar comportamientos hacia aspectos que sí se quieran para su vida, identificar el tipo de relación que se tiene (familiar, social y de pareja), entre otros aspectos.

De tu amor por los caballos, cuéntame una historia acerca de ellos.

A los 15 años sufrí una violación, la cual me llevó a madurar antes de tiempo y darme cuenta que la vida no era tan de color de rosa, como las películas me lo ilustraban. Me refugié en el ejercicio, cada vez hacia el deporte; y dentro de las muchas actividades en las que me involucré, los caballos no podían faltar. En aquel entonces tenía un caballo llamado Houdini, era un angloárabe negro, hermoso. Cuando me lo regalan mis papas, nos percatamos que su anterior dueño había sido bastante duro con él, pues lo habían maltratado a un punto en el que no dejaba que nadie se le acercara. Mordía, lanzaba patadas y no se permitía recibir ni una muestra de afecto. Al observarlo me vi y pude notar que yo me encontraba de la misma manera que él, estaba confundida, me alejé de mis amigos y lo que hice fue de manera superficial, le tenía miedo a los hombres y a la vez cierto coraje, lo cual me llevó a tomar muchas decisiones no gratas. Tras este hallazgo decidí poner manos a la obra, todos los días iba a visitarlo y le llevaba su premio, al principio no se acercaba, me tumbó muchas veces mientras intentaba domarlo. Con el tiempo entendí que no se trataba de domarlo, sino de hacer una conexión por medio del cuidado, constancia, amor y paciencia, misma fórmula que mi alma requería para sanar. Posteriormente fue cediendo, cada vez era más amistoso, podía acariciarlo sin recibir algún tipo de defensa, concursamos en adiestramiento, iba a su caballeriza y podía entrar sin recibir algún intento de patada; al contrario cada que llegaba este relinchaba y me recibía con un abrazo con su cuello. Fue mágico, las personas nos observaban y decían que teníamos una conexión bellísima. Cuando finalmente había sanado y los niños inclusive podían acercársele para darle algún premio, le dio un golpe de calor, lo cual le trajo otras complicaciones que lo llevaron a quirófano, este no pudo sanar y falleció. Entendí que su tiempo había terminado conmigo, yo le agradezco profundamente a este maestro de vida por ayudarme a sanar y reconocer lo que yo requería recibir para ser la mujer que soy.

¿Qué son para ti los retos?

Para mí los retos son mi oxígeno, lo que me exige a superarme cada día. Porque cada vez me hacen darme cuenta de las posibilidades que tengo por ser más grande de lo que al día de hoy soy.

En una palabra, define la expresión más humana que hayas sentido.

Amor.

Si un escritor tuviera la oportunidad de contar una hazaña tuya, ¿quién crees que sería? 

Me gustaría que pudiera ser Gabriel García Márquez, Hermann Hesse o Milan Kundera.

El objetivo de escalar el monte Everest… háblame de esta situación (cómo piensas hacerle, cuándo, cómo te vas a preparar y cuánto tiempo te tomaría hacerlo). 

La pasión por la montaña la descubrí en Perú cuando me enfrenté a la altura. Esta sensación de creer que no podría y lograrlo me hizo albergarme en lo que para mí representa una de mis pasiones: “los retos”. Lo primero que pensé fue: “¿cuánto cuesta?”. Y entonces me di cuenta que era carísimo, yo solo soy trabajadora, no soy millonaria, por lo que pensé rápidamente en patrocinios. Busqué a The North Face, quienes de manera muy accesible me escucharon y me apoyaron subiéndome en sus redes sociales, esto me hizo tener mayores seguidores en Instagram; realmente a cualquier patrocinado estoy dispuesta a tomar, siempre y cuando confíen en mí y me consideren como familia. También pensé en eventos a beneficio, y seguir trabajando y ahorrando. Todo se trata de cómo vendas tu historia y del encanto que le puedas agregar de tu misma personalidad. En cuanto a mi entrenador aún sigo buscando con quién haga química; realmente, como soy muy nueva en el deporte, me sigo informando de quiénes pueden prepararme y quiénes están dispuestos a tomarme como “pupila”. Pienso realizar esto en 4-5 años, y de preparación lo que he venido realizando es enfrentarme a las montañas de Monterrey, posteriormente Arteaga, Ciudad de México, Toluca y, bueno, en general todo México, para luego enfrentarme a alta montaña con cumbres como la Aconcagua. Posterior a ellos, no sé qué sigue, solo sé que hacia adelante.

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