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El film que no se hizo en Miami

Una de las películas de la época más indie de Quentin Tarantino, en los 90, es Jackie Brown, la historia de Jackie (Pam Grier), azafata de una línea aérea low budget, coludida con el traficante de armas Ordell (Samuel L. Jackson), para ingresar dinero ilícito a Estados Unidos en los viajes que ella realiza desde México. El film se ambienta en Los Angeles, y además del traficante y la azafata, los personajes son un ex-convicto (Robert De Niro), un fiador (Robert Forster) y un policía interpretado por Michael Keaton. Antes de su estreno Jackie Brown tenía dos puntos débiles: fue la siguiente puesta en escena del director después de Pulp Fiction –éxito rotundo difícil de igualar– y no era escrita por él, se trataba de una adaptación de la novela Rum Punch, de Elmore Leonard (1925-2013), referente esencial para el universo creativo de Tarantino.

Rum Punch, una de las novelas más aclamadas de Elmore Leonard, al igual que Jackie Brown es la historia de una azafata aérea coludida con un traficante de armas. Sus personajes son un fiador, un ex-convicto y un policía, pero a diferencia de la cinta, Rum Punch se desarrolla entre Palm Beach y Miami Beach, los vuelos de Jackie provienen desde las Bahamas y no desde México, la mafia opera por Jamaica, y el lumpen es afroamericano, colombiano y cubano. Rum Punch se publicó en 1992, un par de años después del último capítulo de Miami Vice, y en más de una oportunidad los personajes hacen referencia a ella, como cuando llaman a South Beach el Miami Vice Country, o cuando Ordell quiere usar armas como las de Sonny Crockett. No sería descabellado, pues, decir que el libro sea heredero de esa serie que marcó un antes y un después en Miami y que tanto influenció a los autores del género negro.

Leonard dejó un legado de más de cuarenta obras, en las que muestra una clara fascinación por retratar a las ciudades en las que las sitúa. Casi la mitad de ellas, las primeras, tienen como contexto a Detroit y se alinean con el clásico western, mientras que otras nueve tienen como escenario a Miami y Palm Beach, alejándose del western y reflejando el hampa de Florida, particularmente de South Beach, como en las novelas La Brava y Stick, publicadas entre los 80 y 90, en las que ex-convictos, cineastas fracasados, sicarios cubanos y marielitos tratan de adaptarse a los colores pastel del Art Deco. Así y todo, y a pesar de haber vivido en Palm Beach por varios años, Elmore Leonard no llegó a ser identificado como un autor local.

En su momento, en algunas entrevistas, Tarantino dijo que nunca había estado en Miami y que en esta ciudad hacía demasiado calor para grabar. Quizá sea por eso que optó por las calles de Los Angeles, que conocía de primera mano y le habían funcionado con sus trabajos anteriores Reservoir Dogs y Pulp Fiction, o a lo mejor porque la propuesta de un thriller californiano resultaba más atractiva para la industria del cine. Sea una u otra, lo cierto es que la fórmula de Tarantino dio resultado y su trabajo fue muy bien recibido por el público y la crítica, y mereció elogios del mismo Elmore Leonard; sin embargo, quienes seguimos de cerca el género noir, y sobre todo el noir tropical, nos hubiera interesado más conectar a Jackie Brown con esa deliciosa y brutal novela que es Rum Punch.

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