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Algunos apuntes de poesía latinoamericana: su originalidad, ruptura y futuro. Parte I.

Álvaro Torres Calderón 

Entre mis notas encontré unos apuntes de poesía latinoamericana que explicaban el tema de la originalidad, modernidad y la constante renovación. En ese sentido, haciendo un recuento y con el ánimo de establecer un punto de conversación con los posibles lectores de este tema quiero compartir algunas ideas preliminares. Es seguro que muchos especialistas han abarcado este tema pero aún es de interés saber qué es lo que nos aguarda en el futuro y cuál es la misión del poeta para con la sociedad del siglo XXI. En la actualidad y como producto de los nuevos instrumentos informáticos la poesía ha entrado a un terreno de renovación. Poetas de diferentes partes del mundo afrontan esta nueva realidad con cierta preocupación pero también con mucha esperanza. Es así que la renovación se constituye como una constante y si bien hay estructuras que se basan en formas anteriores, el sello que le imprimen los poetas a sus interpretaciones le dan un toque de originalidad.

La poesía latinoamericana de hoy existe por las formas anteriores pre-hispánicas y su fusión con las europeas; sin embargo las grandes transformaciones surgen a partir de la última parte o último cuarto del siglo XIX, que es conocido como el modernismo latinoamericano porque trae una propuesta original, muy propia de Hispanoamérica en contraste con la tradición imitativa precedente ya sea en  estilos, técnicas y movimientos españoles y europeos en general (elementos del parnasianismo y simbolismo francés por ejemplo).

El modernismo latinoamericano utiliza el lenguaje preciosista de aquel movimiento francés y usa los símbolos para expresarse, pero dentro de otro contexto. Los elementos son utilizados en el contexto americano, un escenario diferente. Esta etapa modernista como toda etapa tiene un proceso de maduración. Surge como una respuesta de ruptura con esa ‘imitación’, acorde con el querer dar un mensaje nuevo, único en el que el artista se presenta como el gran mensajero y llena nuestros sentidos de motivos bellos e incluso mágicos o exóticos para darnos otra visión de nuestra realidad. Así varios objetos tomarán un sentido diferente; el color azul por ejemplo toma el sentido de lo bello, nuevo y celestial. Se tiene la representación de la poesía a través del cisne que en otros tiempos significaba la muerte. En esta nueva simbología el cisne nos da la vida. La poesía es ese cisne de vida. La poesía es esa realidad nueva de Latinoamérica en cuestión creativa y musical.

Como parte de su transformación, el modernismo no solo es la belleza que nos refleja Ruben Darío en su primera etapa. También está su relación con la realidad, con los actos humanos como lo vemos en “Lo fatal” o “A Roosvelt” en el que ya no habla de la “Sonatina” o “El cisne”. Cabe mencionar también que Darío es uno de los representantes del Modernismo en busca de una nueva propuesta no solo literaria sino tambien ideológica de esa América Hispana que terminaba de ser libre con Cuba y Puerto Rico, y que tuvo la influencia de las ideas de Jose Martí, pensador y escritor que se constituye como  pionero del movimiento al usar en sus trabajos figuras preciosas y símbolos que nos muestran a Cuba como la tierra del encanto, con esos versos “verdes claros” y “de carmín encendido” o “el niño que siempre me mira” para expresarnos un optimismo hacia el futuro y también su preocupación ante la amenaza del “monstruo” imperialista. Modernistas como José Asunción Silva que nos lleva a la muerte con “Nocturno” y su plasticidad y figuras precisas como las “músicas de alas” o “las sombras alargadas”, modernistas como Nájera y Del Casal que nos muestran sus pensamientos en relación a esa sociedad que experimenta cambios al entrar en contacto con el mundo nuevo no español, y muchos más representantes en diferentes países del continente americano, incluidas las artistas y escritoras como las fueron Juana Borrrero y Aurora Cáceres.

Como todo proceso, también se produce una caducidad del movimiento por mantenerse en una limitante como es la estética elitista para algunos, o la limitante de la realidad exterior que es solo aparente o una realidad fantástica de marfil de la que solo algunos pueden disfrutar. Los postmodernistas y la costumbre crítica transforman la propuesta y surgen poetas que hablarán de una realidad más simple con una filosofía más universal basada en el pensamiento oriental Tsen. Así Tablada va a introducir los haikus, de versos simples pero que van a desbaratar la realidad basada en lo occidental. Ya no es el hombre el único centro del mundo sino algo más allá que se hace notar como la naturaleza. Sería impreciso asimismo decir que Tablada es solo post-modernista. Está en un momento de transición con el movimiento de avanzada llamado el vanguardismo. Otro poeta en transición es López Velarde que basa su poesía en la superstición atada a una realidad exterior  aunque con elementos de lo sobrenatural y el interior del ser humano, el morbo, lo erótico y a la vez lo tradicional como los vemos en la “Prima Agueda” o “Tierra mojada”. El vanguardismo como respuesta al modernismo y al positivismo quiere escapar de la realidad exterior de los sentidos (poesía orgánica) y refugiarse en el interior (más oscura, enigmática y hermética) donde rompe con la tradición estilística de la época (la métrica, rima y musicalidad) y dar paso a lo irracional, inorgánico, a la creatividad ilimitada, no razonada, onírica, surrealista, sumergida en el yo, en el individuo y basando la experiencia en la mímesis no figurativa, de imágenes disasociadas donde los referentes ya no son establecidos. Se ve otra “realidad” que está influenciada por la psicología. La vanguardia alberga varios ismos (ultraísmo, dadaísmo, futurismo, surrealismo) donde se llega al acuerdo de romper con el canon y la tradición y expresar las diferentes perspectivas del ser humano.

Estas tendencias también entran en su etapa de declive, en el que los códigos ya no son entendibles, se vuelve demasiado hermético y falto de practicidad que los contemporáneos ya no se sienten identificados.

Se dio un gran salto. Lo que venga después definitivamente no será un volver al pasado porque ya se experimentó lo distinto y nuevo, que llegó a ser pasado también y es allí donde confluyen ironía y analogía (lo que diría Octavio Paz también con respecto al romanticismo y el modernismo). En el vanguardismo tendríamos como representantes a Huidobro con “Arte poética” y “Altazor” que habla del poeta como ese pequeño Dios que todo lo ve y sabe con solo pensar. Vallejo y “Trilce’ son sus formas complejas para expresar el dolor del ser humano de esa época de cambios, de la angustia y desesperación, la ruptura reflejada en la linguística y en la metáfora. Neruda y sus “Residencias” reflejan lo irónico del ser, de la vida y sus formas complejas; y Borges con su enigmático concepto de la realidad como un espejo y sus varias realidades. Todo cambia, nada es igual ni repetible.

Los eventos que impactaron a la sociedad mundial a fines de los 30’s y durante los ’40s del siglo XX van a cambiar también a los poetas quienes van a reflexionar sobre el desarrollo de su pensamiento y técnica, adaptándolas a la realidad que están presenciando. La guerra civil española, la muerte de colegas poetas como en el caso de Lorca, y la posterior segunda guerra mundial van hacer que un grupo de los artistas vanguardistas revisen sus principios y aspectos estéticos y conecten con la realidad y las necesidades de sus sociedades. El revisar la poesía orgánica, con estructura y un re-evaluar de los referentes sociales significan una manifestacion post-vanguardista. Los escritores post-vanguardistas mantuvieron muchos de los principios morales que el movimiento anterior había sustentado como la disconformidad del artista con su papel social, su rebelión, la crítica a las poéticas precedentes (relacionada al tema de la modernización constante de la poesía, es decir de la ruptura constante), su deseo de romper las barreras que separaban el arte de la vida y volver a un arte más humano y comprometido con lo cotidiano.

Así tenemos poetas que luego de su explosión vanguardista terminaron volviendo a un tema más palpable. Neruda, Huidobro y Vallejo lo harán. Aparecerá un grupo generacional nuevo encabezado por Nicanor Parra, Octavio Paz, Ernesto Cardenal, Nicolás Guillén y Germán Belli. Cada uno con un estilo y por tanto va diluyéndose la hegemonía y “universalidad” de los procedimientos poéticos vanguardistas. Neruda con su tercera Residencia va llegando a una suerte de conciliación con su rebeldía y la realidad que le rodea y luego en los 50’s se torna más centrada en el mundo tangible y doliente con una preocupación social en “Canto General”. César Vallejo se enfoca en temas más sociales con “Poemas Humanos” y “España aparta de mi este cáliz.” Habiendo el poeta llegado a los niveles de ruptura de la palabra y de liberación sentimental, contrastará el presente caótico, lleno de problemas y conflictos de clases, con el futuro ideal de una solidaridad y así nos dice “un hombre pasa con un pan bajo el brazo” y también mantendrá la muerte como parte inevitable en nuestras vidas, en su vida, y manteniendo su constante angustia como la de Cristo pronosticando su propia muerte en París con aguacero. Su mensaje póstumo, es de estilo más tradicional pero también abierto y enriquecedor. Posa sus ojos en el tema de la guerra y su dolor nos lo transmite como pasándonos una copa amarga que debemos probar para conocer lo que es sentir la desgracia de otra gente y al mismo tiempo pide ayuda el poeta para ayudarlo a andar, llamando la atención a aquellos que se caracterizan por la intransigencia y la frialdad.

Sobre este aspecto social veremos que también Mario Benedetti, Roque Daltón, Antonio Cisneros, Claribel Alegría y Ernesto Cardenal enfocan su preocupación.

Poetas como Octavio Paz buscan la independencia acercándose a lo lógico como en el caso de “Piedra de Sol”, cuestionando lo intelectual filosófico sobre la propia identidad personal y social, criticando la deshumanización del mundo contemporáneo. Es una suerte de neo-vanguardia porque rescata algunos elementos vanguardistas pero la estructura y la temática no son las mismas.  Las perspectivas neo-vanguardistas de Saul Yurquievich, Sergio Mondragón, Gonzalo Rojas, José Lezama Lima van a continuar cambiando el dinámico panorama poético. La segunda mitad del siglo XX nos mostrará otros campos como lo veremos en la segunda parte y cuestionará el futuro de la poesía. Los medios de comunicación, su tecnología y las relaciones personales transformarán la forma de ver el mundo y llegaremos a considerar la poesía en un estado de crisis.

 

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