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El pantano de Guantánamo

Por Vice-Versa Magazine y Cesar Chelala

@ViceVersaMagaz

La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de enviar a 15 detenidos de Guantánamo a los Emiratos Árabes Unidos, responde a la más grande y más reciente transferencia de prisioneros, hecha bajo el mandato del Presidente Barak Obama. El traslado, sin embargo, no oculta el hecho de que Guantánamo (“Gitmo”) sigue siendo una mancha en la reputación de la política exterior de los Estados Unidos.

La cárcel de Guantánamo fue abierta en enero de 2002, bajo la administración del ex presidente George W. Bush, con el propósito de encerrar a los extranjeros sospechosos de terrorismo después de los ataques del 9/11/2001 y la posterior invasión de Estados Unidos en Afganistán. 779 hombres han sido llevados a Guantánamo desde ese momento, nueve de los cuales han muerto en la instalación. Si bien la mayoría de ellos haya sido liberada por el presidente George W. Bush, 161 salieron durante la administración del presidente Obama. Sólo 61 prisioneros permanecen en Guantánamo y de ellos únicamente siete enfrentan cargos criminales.

Tanto los republicanos como algunos demócratas, afirman que los prisioneros de Guantánamo son demasiado peligrosos para mantenerlos en los Estados Unidos y rechazan totalmente la idea de traerlos para someterlos a juicio. Sin embargo, mantener a un individuo encerrado durante años, en detención administrativa, sin cargos en su contra, es en sí mismo una farsa judicial. Además, el mantenimiento de la privación indefinida de libertad, sin que existan cargos criminales, es una violación grave de los derechos humanos.

Confirmando lo que los observadores imparciales declararon en el pasado, el presidente Obama reconoció en febrero pasado que “no se ha dictado ni una sola sentencia” para cualquiera de los prisioneros de Guantánamo, añadiendo que “Guantánamo socava nuestra posición en el mundo.” No solo el presidente Obama, sino muchos líderes militares y expertos en seguridad nacional coinciden en que la instalación perjudica la seguridad nacional y debe ser cerrada. Treinta y dos generales retirados y almirantes muy respetados pidieron al Jefe de Estado presentar un plan de acciones para que la administración pueda cerrar Guantánamo.

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